Toda la vida nos dijeron que era el mejor alimento. El más nutritivo, el más indispensable. Pero resulta que ahora hay quienes dicen que no hay nada más nocivo y que, incluso, provoca cáncer. Para los detractores y defensores de la leche no hay término medio. Aquí, el fuego cruzado.
Por Daniela González / Fotografía: Carola Vargas / Producción: Antonia Bravo
Datos
Leche poderosa: el ayurveda señala que la leche es un alimento poderoso que tiene mucha energía. Se recomienda beberla hervida. De lo contrario, puede inflamar las mucosas.
Consumo de leche en Chile y el mundo: según datos del Instituto Nacional de Estadísticas y la Food and Agriculture Organization (FAO), el consumo per cápita mundial de leche es de 100,9 litros al año. En los países desarrollados sube a 250 litros. Y en Chile, una persona consume 124 litros al año.
Leche de verdad: la leche que es leche de verdad tiene 3 g de proteínas por cada 100 ml. Algunas cajitas de leches saborizadas no cumplen con esa premisa. Si tiene menos de 2 g no puede llamarse leche.
Intolerancia a la lactosa: el tratamiento consiste en dejar la lactosa sin abandonar los lácteos, ya que la tecnología permite que no tengan lactosa y que suministren proteínas y calcio.
La comunidad médica, pareciera, está de acuerdo en que los beneficios de la leche son tales que sin ella no podríamos estar sanos. La promueven desde la Organización Mundial de la Salud hasta el Ministerio de Salud en Chile. La entregan de forma gratuita en los consultorios, aparecen campañas publicitarias a su favor, folletos con la cantidad de porciones que se debe ingerir e información sobre los beneficios de tomarla.
Pero una fracción de la comunidad médica ha declarado abiertamente su rebeldía y condenan la leche a como dé lugar. Esos enemigos apasionados no son pocos, y en internet la información abunda. Dicen que hace tan mal que provoca hasta cáncer, se preguntan por qué somos los únicos mamíferos en seguir tomándola una vez destetados, sostienen que el organismo humano no la tolera y cuestionan su valor alimentario.
Y así, ese líquido blanco y grueso que suena magistralmente cuando cae a un vaso de vidrio, deja de parecer perfecto. Ante la arremetida, los defensores de la leche no dan el brazo a torcer e insisten en que su calidad nutricional es irreemplazable. ¿A quién creerle?
Los furiosos
La polémica ha sido mundial y uno de los hitos fue en 2004, cuando un estudio del Instituto Karolinska (Suecia) publicado en la revista American Journal of Clinical Nutrition, sugirió que había una relación entre el consumo de más de dos vasos de leche al día y un incremento del riesgo de cáncer de ovario. Los científicos dijeron que la culpa era de la lactosa: un azúcar que se encuentra en los lácteos y que, según su teoría, estimulaba la superproducción de hormonas y, con ello, el riesgo de tumores.
Ese mismo año la Universidad de Harvard confirmó los resultados. Los investigadores dijeron que por cada 11 g de lactosa –la cantidad que contiene un vaso de leche– se observaba un aumento de 20% en el riesgo del cáncer de ovario. Luego fue la Universidad de Bristol, en Inglaterra, que habló de una relación entre la leche y el cáncer de próstata. Después Robert M. Kradjian, profesor de la Universidad Johns Hopkins, sostuvo que la leche estaba rodeada de un componente emocional. Que la leche era sólo la secreción materna de la lactancia. Otro médico famoso por su aversión a la leche es Thierry
Souccar, un bioquímico canadiense que escribió Milk, lies and propaganda, libro donde acusa a esta sustancia de aumentar el cáncer de próstata y el Parkinson. O el pediatra norteamericano Frank A. Oski, de la Universidad John Hopkins, quien escribió fuerte y claro en su libro Don´t drink your milk: “Los bebés no deben tomar leche de vaca porque les hace daño”.
Detractores organizados
En este escenario, aparecieron sitios web con información y organizaciones antileche, como Notmilk ([Tienes que estar registrado y conectado para ver este vínculo] Su objetivo de existencia es, según especifican, ayudar a las personas a conocer la verdad sobre la leche de vaca y derribar lo que ellos llaman el mito más grande de Estados Unidos: creer que la leche es buena para la salud.
Aseguran que contribuye al desarrollo de enfermedades al corazón, que es una pobre fuente de calcio, que contiene hormonas que favorecen los tumores y que reduce la efectividad de antibióticos, entre otras evocadoras razones.
También personajes famosos han entrado en la polémica, como la ex esposa de Paul McCartney, Heather Mills, quien en 2006 se unió a la campaña de un grupo vegetariano europeo llamado Viva!, que pretendía eliminar el consumo de leche de vaca de la dieta de los ingleses, por considerarla dañina para la salud.
Por qué sí tomarla
Porque aporta una proteína de altísima calidad, insustituible por otros alimentos.
Porque disminuye el riesgo de cáncer del aparato digestivo.
Porque disminuye el riesgo de enfermedades del corazón y diabetes.
Porque tiene tanto calcio que sólo la podríamos sustituir comiendo espinas de pescado.
Porque la promueve la Organización Mundial de la Salud y el Ministerio de Salud en Chile.
Porque en Chile la población es tolerante a la lactosa.
Por qué no tomarla
Porque la lactosa aumenta el riesgo de cáncer de ovario y de próstata.
Porque aumenta el riesgo de Parkinson y enfermedades al corazón.
Porque, en realidad, es una pobre fuente de calcio.
Porque contiene hormonas que favorecen los tumores y reducen la efectividad de antibióticos.
Porque algunos niños sufren de cólicos y duermen mal cuando empiezan a tomarla.
Porque no todos los humanos poseemos lactasa, la enzima que permite digerir la leche.
En Chile
El Ministerio de Salud en Chile es enfático en decir que para un buen estado nutricional hay que tomar leche tres o cuatro veces por día. O, en su defecto, lácteos. Eduardo Atalah, nutriólogo de la Universidad de Chile y uno de los principales investigadores de la leche en el país, dice que ésta contiene las mejores proteínas que existen: no hay etapa de la vida en que uno se la pueda saltar, porque su valor nutricional es irreemplazable. Lo mismo señala la doctora Magdalena Araya, directora del Instituto de Nutrición y Tecnología de los Alimentos (INTA). “La leche aporta una proteína de altísima calidad y, para un niño, es un alimento insustituible”, dice.
Nelba Villagrán, nutricionista formada en la Universidad de Chile, piensa distinto. Ella dice que algunos niños, tras dejar la lactancia, sufren de cólicos y duermen mal debido a la leche de vaca que empiezan a consumir. Añade que la pasteurización y homogeneización de la leche también generan problemas con respecto a su valor como única fuente de calcio. “Es absolutamente posible tener una alimentación con un buen aporte de calcio sin consumir leche”, afirma, y matiza que en Estados Unidos se promueve una dieta sin lácteos para tratar a niños con autismo.
Defensores a toda prueba
La crítica más grave que se le hace a la leche es su relación con el cáncer. Jorge Gallardo, miembro de la Sociedad Americana de Oncología Clínica y oncólogo de la Clínica Alemana, dice que tal asociación no ha sido probada. Y comenta que el estudio del Instituto Karoliska fue desestimado por los mismos investigadores quienes posteriormente hicieron otro estudio con una muestra aún más grande y no lograron demostrar la asociación con el cáncer que previamente habían descrito.
Gallardo añade que el último gran estudio se realizó en 2009 en Estados Unidos, financiado por el National Health Institute. La conclusión fue que la ingesta de lácteos estaba inversamente relacionada con cánceres del aparato digestivo, tanto en hombres como en mujeres. Es decir, a mayor consumo de leche, menor el riesgo de cáncer.
A Gallardo le preocupa que no haya información correcta. Dice que desde hace unos dos años llegan pacientes a su consulta preguntando por una supuesta dieta sin leche y milagrosa para la salud que anda circulando por mail, supuestamente recomendada por una clínica norteamericana. Una de sus pacientes quiso combatir una recaída de cáncer evitando los lácteos y hoy está más grave que antes. “Los investigadores y médicos sabemos que la dieta y el cáncer están estrechamente vinculados. Pero no se debe temer ingerir leche, hay que procurar una alimentación saludable y balanceada”, comenta el oncólogo.
Más que no tomar leche, hay que evitar que ésta sea entera y tenga demasiada grasa. Ésa es la tesis del investigador sueco Ulf Risérus, científico que trabaja en el Uppsala Science Park, un prestigioso centro de estudio. Risérus dice que la leche hace bien: la ciencia ha probado que cuando es baja en grasa, su consumo se asocia a un menor riesgo de desarrollar enfermedades del corazón y diabetes.
Leche de cabra o de burra
La epidemióloga italiana Renata Piccinni, de la Universidad de Milán, aconseja tomar leche de cabra o de burra. La primera, afirma, es mucho menos alergénica que la de vaca, mientras que la segunda es muy rica en azúcar, pero pobre en grasa. Se recomienda en adultos mayores pues es muy fácil de digerir. La nutrióloga de la Clínica Meds, Ximena Muñoz, sin embargo, comenta que las leches de otros mamíferos no representan gran diferencia en su composición de proteínas y lactosa. Por lo mismo, el organismo no se comporta necesariamente de forma diferente en casos de alergia a la proteína de la leche o intolerancia a la lactosa. Y si bien la leche de burra tiene menos calorías y grasa, tiene más hidratos de carbono.
Mamíferos especiales
El otro argumento que se ha usado en contra de la leche es que somos los únicos mamíferos que siguen alimentándose de ella después de la lactancia pese a que nuestro organismo no sigue produciendo la enzima que permite su digestión. Que por eso se producen malestares terribles, enfermedades intestinales y estadías extremadamente largas en el baño. Es lo que se conoce como intolerancia a la lactosa.
Y aunque efectivamente no todos los humanos poseen lactasa, la enzima que permite digerir la leche, sus defensores dicen que éste no es argumento para evitar su consumo. La doctora Magdalena Araya, del INTA, lo explica: “Los humanos somos los únicos capaces de seguir tomando leche porque hace miles de años en alguno mutó el gen que rige a la enzima necesaria para digerir la lactosa, y esto significó que podamos tomar leche sin molestias”.
Ahora, todo depende de la raza. Los orientales, por ejemplo, no toleran la leche (y su cocina lo demuestra, pues no la incluye), porque ellos no tienen la enzima. Como explica el antropólogo Harris Marvin en su libro Bueno para comer, les pasa lo mismo a muchos pueblos africanos y sus descendientes (algunos brasileños, por ejemplo). Les pasa a medias a los griegos y casi ni les pasa a los alemanes y daneses.
Estos últimos siguen produciendo lactasa y toleran la leche de lo más bien. En Chile, comenta la doctora Araya, hay una alta proporción de personas que puede tomar leche sin problemas. Somos, la mayoría, tolerantes a la leche. ¿Entonces por qué seguimos consumiéndola? Porque tiene proteínas de tan buena calidad y tal cantidad de calcio, que no hay alimento que la iguale: el calcio que se consigue de la leche podría obtenerse, dice el antropólogo Marvin, sólo mascando espinas de pescado y masticando ligamentos de huesos de animales (así es como obtienen los esquimales este mineral). Y, evidentemente, preferimos tomarnos un vaso de leche tibia en la noche, antes de dormir.
Incluso los intolerantes a la lactosa deben alimentarse con lácteos. Para ellos, dice Atalah, la solución está en beber leche sin lactosa y comer otro tipo de productos como el queso, quesillo o yogurt, que pierden la lactosa en su proceso de producción.
Aumenta la alergia a la leche
Además de la intolerancia a la lactosa, existe otra patología relacionada al rechazo de la leche: la alergia a la proteína de la leche de vaca. A diferencia de la primera, María Antonieta Guzmán, inmunóloga del Hospital Clínico de la Universidad de Chile, explica que en este caso se produce una alergia a otro compuesto de la leche: la cafeína y el suero. Se calcula que los niños con alergia a la proteína de la leche y huevo son entre 6% y 8% de la población infantil. La cifra, aseguran los especialistas, va en aumento.
Fue lo que le pasó a Fernanda (2 años). Paulina Sepúlveda (33) cuenta que su hija pasó momentos duros a las semanas de nacida: vomitaba, tenía diarrea, subía poco de peso y dormía casi en posición vertical para no atorarse. Los síntomas empeoraron cuando Fernanda comenzó a tomar leche de vaca.
Los exámenes confirmaron una alergia y sus padres comenzaron a alimentarla con una fórmula especial de leche. “Aprendimos a leer las etiquetas de todos los productos y darnos cuenta que muchos productos para guaguas tienen leche, como los colados”, cuenta Paulina. Fernanda comenzó a mejorar, su piel cambió de tono, ganó peso y centímetros. Hasta que la alergia se acabó y pudo comer su primer helado.
Luis Andrés Vives, pediatra y gastroenterólogo infantil de la Clínica Las Condes, explica que esta alergia ocurre en niños con cierta predisposición genética. Sin embargo, también existe un factor ambiental que estimula su aparición, y ése sería el responsable de que se esté diagnosticando más. Vives afirma que el ambiente actual es más higiénico que el de antes y eso, paradójicamente, repercute en que nuestro sistema inmunológico sea más vulnerable, pues no está acostumbrado a muchas enfermedades infecciosas. “Pero en muchos casos existe sobrediagnóstico”, acota el experto. Con ello, las licencias por esta alergia infantil a la proteína de la leche están aumentando. La razón, comenta Vives, es que uno de los tratamientos consiste en que la madre deje de consumir lácteos por un periodo variable de tiempo, mientras sigue amamantando a su hijo. Por eso debe quedarse con él los primeros seis meses. Si no es posible, el niño tienen que alimentarse con fórmulas, disponibles en el mercado, que contengan proteínas especiales.
30 razones por las cuales la leche de vaca equivale a veneno para ratas.
Dr. John F. Unruh. Neurological Rehabilitation Internacional Consultants.
1.- La Leche reduce el hierro en los niños pequeños. Es por esto que en 1993, la Academia Nacional de Pediatría de los Estados Unidos publico un comunicado oficial expresando que en su opinión, ningún niño debería de beber leche animal antes de los 18 meses de edad. De igual manera, contribuye a la carencia de ácidos grasos esenciales y Vitamina E.
2.- La leche animal estimula al cuerpo a producir mucosidad. Es por esto que cuando se sufre de un resfriado los doctores recomiendan no tomar leche.
3.- La leche animal esta llena de bacteria. Por lo tanto es un excelente medio para hacer que las bacterias crezcan en el cuerpo. Es por esto que los niños que no toman leche animal o productos lácteos de procedencia animal, no se enferman tan seguido, sufren de menos caries y de infecciones de oído. La pasteurización utilizada por la industria de la leche generalmente dura 15 segundos. Sin embargo, para que las bacterias malas de la leche se inactiven, es necesario que el proceso dure por lo menos 15 minutos.
4.- La Caseína, es una proteína presente en la leche y es utilizada para manufacturar pegamento, produce en un gran numero de niños, que los tejidos blandos se hinchen. Estos tejidos blandos se encuentran comúnmente en la garganta, cavidades nasales y senos paranasales. Cuando estos se encuentran inflamados, se presentan dificultades para respirar.
5.- El beber y consumir productos lácteos esta asociado con varias enfermedades como, diabetes, esclerosis múltiple, del corazón, de Chron, síndrome del intestino irritable y hasta cataratas.
6.-La leche contiene cantidades anormales de antibióticos ya que los granjeros se los inyectan a las vacas para evitar que estas cesen la producción de leche por enfermedades en las ubres. Este tipo de enfermedades son comunes en las manadas productoras de lácteos. Estas cantidades anormales de antibióticos contribuye a que las bacterias se hagan resistentes a ellos, haciendo que combatirlas sea mas difícil cuando se trata de enfermedades mas serias.
7.- La leche animal y productos derivados contienen cantidades excesivas de hormonas femeninas. El 80% de las vacas están embarazadas mientras son utilizadas para producir leche, lo cual naturalmente eleva los niveles de estas hormonas. Además, los granjeros inyectan a las vacas con hormonas sintéticas para incrementar la producción de leche. Estos altos niveles de hormonas femeninas en la cadena de alimentos han sido vinculados con problemas de salud en el mundo entero. Son también asociados con una pubertad precoz.
8.- La leche contiene grandes cantidades de grasa, la cual tapa las arterias incluso de las personas jóvenes.
9.- El azúcar en la leche (lactosa) es muy difícil de digerir ya que cuando una persona llega a la edad de dos años, los intestinos elaboran menos lactasa, una enzima necesaria para absorber y digerir la lactosa. Esta disminución en la producción de lactasa en los humanos sucede cuando ya no es necesaria la ingestión de leche materna para el crecimiento. Cuando consumimos leche o productos lácteos animales, es muy probable que la lactosa se fermente en los intestinos causando problemas digestivos como hinchazón, gases y otras dificultades serias.
10.- La leche animal contiene una perfecta combinación de minerales designados para ayudar a madurar al sistema digestivo de sus crías. Este sistema digestivo les permitirá digerir correctamente los nutrientes del pasto y hierbas. Las vacas cuentan con un estomago configurado por cuatro cámaras y regurgitan, mastican y tragan sus alimentos varias veces antes de digerirlos. Tienen un aparato digestivo muy diferente a los humanos y por lo tanto tienen diferentes necesidades. Cuando consumimos leche, estamos ingiriendo los minerales y químicos que las vacas necesitan en su sistema y como nuestras dietas son diferentes, estos químicos y minerales perturba nuestra digestión y afecta la absorbición de los nutrientes presentes en nuestras dietas.
11.- La leche ocupa un lugar alto en la lista de productos causantes de alergias y sensibilidad. Se ha demostrado que afecta el comportamiento, sueño, concentración y incluso enuresis.
12.- La leche por si sola o cuando se combina con gluten (presente en los granos) se asocia con el autismo. Cuando se sospecha de alguien que padece el Síndrome de Intestino Permeable, se le recomienda una dieta libre de lácteos y gluten.
13.- Los niños discapacitados que sufren de problemas neurológicos tales como Autismo, Síndrome de Down, problemas de aprendizaje y lesiones cerebrales son especialmente vulnerables a los lácteos. Ciertas proteínas presentes en la leche animal, como la caseína y la del suero de leche aparentemente irritan el sistema nervioso de los humanos, provocando que estos problemas neurológicos se agraven en los niños. Es por eso que si no se toma leche o lácteos, los programas de rehabilitación producen mejores resultados, comparados con los que si los toman.
14.- Estudios han comprobado que el consumo de hormonas, colesterol y la grasa encontrada en la leche animal hace a que una persona sea mas probable a desarrollar acne y arrugas en la piel.
15.- Personas de descendencia Asiática, Africana, Hispana o del Sur de Europa son especialmente vulnerables a los problemas asociados con el consumo de leche. Esto explica el por que la mayoría de los países del mundo no toman leche.
16.- La leche es una de las sustancias que contienen mas dioxinas. Contrario a lo que se creía, las Dioxinas en la leche y los quesos son diez veces mas propensas a producir cáncer. Durante el verano de 1999 la industria de la leche en Bruselas cerro por un mes debido a que la leche contenía 100 veces mas los niveles recomendados de dioxina.
17.- La leche contiene sangre animal.
18.- La leche contiene Pus. Las reglas del departamento de Salud y Servicios Humanos de los Estados Unidos y la Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA) estipulan que la leche es anormal y no se debe de ingerir si contiene mas de 200,000 células blancas muertas por mililitro. En el 2001, se examino la leche producida en 48 estados para determinar si cumplían con las normas de la FDA. Cada estado resulto sobrepasar los limites permitidos. Incluso mi propio estado, Florida, fue el peor. Tuvo un conteo de células de 548,000.
19.- La leche es asociada con el cáncer de próstata en los hombres. Los riesgos aumentan un 30% si se consumen de dos a tres porciones al día. Las mujeres que toman productos lácteos aumentan sus riesgos de contraer cáncer de ovario hasta en un 66%.
20.- El consumo de leche y los quesos se asocia con el Asma. Cuando los humanos consumen la proteína Caseína (utilizada para crear el pegamento que adhiere las etiquetas en las botellas de cerveza) producen histamina y después moco. Si los bronquios se llenan de esta sustancia se producen dificultades al respirar.
21.- Los niños que toman mucha leche y consumen mucho queso seguido carecen de Zinc.
22.- La leche es alta en colesterol, el cual produce enfermedades del corazón.
23.- Las historias asociadas el calcio y el consumo de leche es en su mayoría un mito creado por la industria de la leche, quien en su campañas de publicidad dicen que la leche de vaca contiene grandes cantidades de calcio. Estratégicamente también dicen que necesitamos calcio. Estas dos afirmaciones son ciertas, sin embargo, no dicen que el consumir leche nos provea de este calcio, esto es por que en realidad no sucede así. El calcio en la leche se combina con otros minerales, que se encuentran en cantidades excesivas en la leche animal, formando una molécula la mayoría de las veces muy grande para ser absorbida por el intestino humano. En áreas del mundo donde no se consume leche, las enfermedades asociadas con la falta de calcio son casi inexistentes. La osteoporosis y ateroesclerosis son muy raras en culturas donde el consumo de leche es limitado. De echo, estudios recientes sugieren que la leche y el queso en realidad puedan ser los causantes de la osteoporosis ya que las altas cantidades de proteínas en los lácteos provocan que el calcio se separe de los huesos.
24.- La regulación de la presencia de Vitamina D en la leche, es muy mal regulada. Recientemente, se encontró que en 42 muestras solamente el 12% contaban con la cantidad prometida de vitamina D. también se han estudiado 10 muestras de formulas infantiles. 7 de ellas contenían el doble de cantidad de vitamina D anunciada. Una incluso tenia 4 veces mas. La Vitamina D es toxica en cantidades de sobredosis.
25.- El tomar leche podría contribuir en la fractura de huesos. En un estudio de 78,000 mujeres hecho durante un periodo de 12 años, la leche no redujo el riesgo de fracturas. De hecho, las mujeres que tomaban leche tres veces al día tuvieron mas fracturas que las que rara vez lo hacían.
26.- Otro factor importante es el colesterol. El riesgo de enfermedades cardiacas y de circulación. 8 onzas de leche equivalen a 14 piezas de tocino. Es esto lo que desea para usted o sus hijos? Es su opción. Un vaso de leche equivale a 35mg de colesterol. 4 piezas de tocino equivalen a 30 mg.
27.- Otros de los efectos asociados con el consumo de leche animal incluyen diarrea y estreñimiento, especialmente en los jóvenes.
28.- El consumo de leche animal puede también estar asociado con el Síndrome de Muerte Súbita Infantil y la enfermedad de Esclerosis lateral Amiotrofica (Enfermedad de Lou Gehrig).
29.- La leche es un buen conductor de veneno. Un estudio que reviso casos de envenenamiento en Inglaterra y Gales entre 1992 y 1996, 20 de estos casos estaban asociados con el consumo de leche y sus derivados.
30.- La composición química de la leche de vaca es absolutamente perfecta para nutrir a un ternero. Provee con los nutrientes exactos para hace que la vaca sea nutrida perfectamente y le ayuda a desarrollar su sistema digestivo e inmune. La leche humana es igual de perfecta para los bebes. Si le diéramos leche humana a un ternero, sufriría de mal nutrición y se enfermaría en muy poco tiempo. Claro esta que cualquiera pensaría que hacer esto es algo ridículo. Sin embargo, Es esto mucho mas ridículo que el alimentar a nuestros niños con leche y derivados no humanos?
Existen muchas otras alternativas a la leche animal. La leche de Soya, arroz y papa es excelente. En algunos países se puede encontrar leche de almendra, coco y plátano. En la mayoría de los supermercados se puede encontrar queso de soya y de vegetales, yogur de soya y hasta helado de arroz.
Para los bebes, existen marcas de formulas con base de soya y son tan nutritivas y saludables como las que contienen base de leche animal.
Y por ultimo esta la dieta libre de leche. La mayoría del mundo no toma leche y obtienen calcio satisfactoriamente de otros alimentos. Almendras, amaranto, fríjol pinto y negro, brócoli, repollo, garbanzo, coliflor, berza, flor dientes de león, higos, avellanas, col verde, escarolas, puerro, melaza, ocra, aceitunas, cacahuates, perejil, pistachos, uva pasas, ajonjolí, frijol de soya, tofu, espinacas, semillas de girasol, berros, son tan solo algunos de los alimentos que contienen cantidades considerables de calcio que nuestro organismo puede absorber y que podemos disfrutar.
La leche alimento sano o perjudicial
¿ES PERJUDICIAL LA LECHE?
Algunos artículos recientes promovidos por medicinas alternativas han culpado a la medicina occidental y concretamente a la FDA -food and drug administration- de promover el consumo, según ellos, de un alimento perjudicial para el organismo humano: la leche.
En algunos de sus artículos estos grupos afirman que la leche produce alergia, asma, cáncer de pulmón y de ovario y un sinfín de enfermedades que harían de ella una sustancia altamente peligrosa.
Lo que sí es cierto, es que aunque la leche es considerada un alimento completo en periodos de crecimiento como la infancia o la adolescencia por su aporte de calcio y vitaminas, esta sustancia termina por generar intolerancia en la edad adulta.
INTOLERANCIA A LA LECHE
La mayor parte de los humanos termina desarrollando en un gran número de casos intolerancia a la leche. Dicha intolerancia consiste en la incapacidad del organismo humano para digerir el carbohidrato lactosa presente en esta sustancia. Las personas con este tipo de rechazo pueden sufrir al ingerir leche calambres estomacales, gases y diarreas. Según numerosos estudios hasta un 70% de la población mundial presenta este tipo de intolerancia. Este trastorno afecta aproximadamente a un 50% de hispanos adultos y a un 75% de descendientes de africanos, asiáticos o indígenas de los Estados Unidos.
A TENER EN CUENTA.
La leche de vaca se considera una sustancia óptima para las necesidades nutricionales de los terneros y quizás no tanto para el consumo de los humanos. Nos basta con saber que los terneros, a diferencia de los bebes humanos, duplican su peso en 47 días, desarrollan 4 estómagos y llegan a pesar entre 1100 y 1200 libras en dos años. Además la leche de vaca contiene aproximadamente tres veces más proteínas que la leche humana y casi un 50% más de grasa.
Los perros no pueden digerir la lactosa (azúcar presente en la leche de vaca) ya que no producen lactasa (enzima que sirve para digerir este azúcar), por lo que suelen presentar cuadros de diarrea cuando la consumen.
El consumo de leche se debe de evitar en aquellos momentos en los cuales se está tomando antibióticos pues impide la asimilación de estos medicamentos.
CARNE LÍQUIDA.
El doctor John Mc Dougall afirma que la leche y los productos lácteos son perjudiciales para el consumo humano. Además denomina a estos alimentos carne líquida porque dice que su contenido nutricional es muy parecido al de la carne. Además declara que productos como la mantequilla, el queso, la leche, el yogurt, y el suero presente en muchas margarinas y productos horneados favorece la aparición de algunas enfermedades cardiacas y algunas formas de cáncer por su alto contenido en grasas y colesterol.
Por otra parte Robert Cohen autor de Milk, the deadly poison, (la leche, veneno mortal), calcula que para cuando un estadounidense corriente cumpla 50 años, él o ella habrá consumido en productos lácteos la misma cantidad de colesterol que él presente en un millón de rodajas de tocino.
LA LECHE Y LA OSTEOPOROSIS.
Contrariamente a las afirmaciones de la industria láctea la pérdida de masa ósea no se detiene con un incremento en el consumo de calcio sino con una disminución en el consumo de proteínas. En Estados Unidos se realizo un estudio de la dieta de 78.000 mujeres de este país durante un periodo de más de 12 años. Dicho estudio fue llevado a cabo por la prestigiosa Universidad de Harvard, y concluye que es poco probable que un consumo elevado de leche u otros productos lácteos prevenga contra las fracturas de cadera o de huesos. Por otra parte, tras esta investigación se consolida la idea de que los alimentos ricos en proteína animal como la carne, los huevos, y los productos lácteos separan el calcio del organismo para regular los derivados ácidos que provoca el exceso de proteínas lo cual causa una gran pérdida neta de calcio.
LA LECHE Y EL ASMA.
El asma es otra de las enfermedades relacionadas con la ingesta de cantidades altas de productos lácteos. Gran parte de las alergias infantiles se deben a las proteínas de la leche de vaca y a la intolerancia a la lactosa. El 90% de los pacientes asmáticos que fueron sometidos a una dieta vegetariana (sin carne, huevos o productos lácteos) experimentaron gran mejoría en la curación de esta enfermedad. Según la Academia de Alergia, Asma e Inmunología de Estados Unidos, la leche es la causa principal de alergias en niños causando síntomas de mucosidad nasal, dolores en los oídos, fatiga muscular y dolores de cabeza.