El lanzamiento, este viernes, del primer satélite
dedicado exclusivamente a otorgar acceso de
banda ancha a internet, el Hylas-1, intenta llevar
conexión a la red a las áreas más remotas y
rurales de Europa.
Está diseñado para dar servicio a zonas que, por
su ubicación, no cuentan con una conexión a
través de fibra óptica.
Y América Latina está en la fila de las regiones que
contarán con un satélite de este tipo, según la
empresa creadora.
Detrás del Hylas (Highly Adaptable Satellite o
Satélite de Alta Adaptación, en español) se
encuentra la compañía Avanti Communications,
con sede en Londres, aunque la tecnología
empleada fue desarrollada por la Agencia Espacial
Europea.
América Latina, en la lista
“Éste es el primero de muchos satélites”, le
explicó a la BBC el presidente ejecutivo de la
empresa, David Williams, quien agregó: “Ya
estamos construyendo el segundo satélite que se
lanzará dentro de 15 meses”.
“Esto aumentará la capacidad en el Reino Unido,
pero también en nuevas áreas en África y Medio
Oriente. Y después estamos planeando lanzar
más satélites en América Latina, India y otras
partes de Asia”.
Ante la pregunta expresa de BBC Mundo, Avanti
confirmó que Latinoamérica será el destino de un
tercer satélite, aunque por el momento es
imposible determinar cuándo estaría listo.
“La empresa está en el proceso de conseguir más
financiamiento. Ya se logró la inversión necesaria
para el segundo satélite y ahora se iniciará una
nueva ronda de financiamiento con miras a un
satélite en América Latina”, afirmó Avanti.
Una vez que se consigan los recursos, la
compañía “que sigue un modelo B2B (de negocio
a negocio) ofrecerá el servicio a través de
operadores de telecomunicaciones en la región”.
Avanti también le explicó a BBC Mundo que la
conexión a internet de banda ancha satelital no
intenta competir con las empresas que ya prestan
el servicio, “sino dotar de acceso a la red a las
áreas que no cuentan con él”.
En Europa, la firma enfrentará competencia a
través de Eutelsat, una compañía espacial que
lanzará su satélite Ka-band para dar acceso a
internet, a fines de diciembre de este año.
Avanti espera que con el lanzamiento de los dos
primeros satélites conseguirán llevar internet de
alta velocidad a un millón de personas que
actualmente no cuentan con el servicio.
La compañía espera que, con internet satelital, el
mercado se vuelva más competitivo y los precios
bajen.
“Último recurso”
Pero no todos creen que se trata de una buena
idea.
Ian Fogg, analista de la empresa de investigación
de tecnología Forrester, calificó a esos satélites
como “el último recurso”.
“No son competitivos en términos de velocidad,
latencia, límite de datos y precio en comparación
con alternativas de cable como el DSL, conexión
por cable o fibra óptica”, aseguró.
“Con más acceso a internet de banda ancha e
internet móvil, el acceso satelital será menos
relevante para los consumidores, incluso en áreas
rurales”, completó Fogg.
En cambio, Tim Johnson, analista de la firma de
análisis de banda ancha Point Topic, lo respaldó.
“La latencia, el tiempo que le lleva a la señal llegar
al satélite y regresar, es un problema. Significa
que los servicios de voz no serán tan buenos y
que la transmisión de video será difícil”, afirmó.
dedicado exclusivamente a otorgar acceso de
banda ancha a internet, el Hylas-1, intenta llevar
conexión a la red a las áreas más remotas y
rurales de Europa.
Está diseñado para dar servicio a zonas que, por
su ubicación, no cuentan con una conexión a
través de fibra óptica.
Y América Latina está en la fila de las regiones que
contarán con un satélite de este tipo, según la
empresa creadora.
Detrás del Hylas (Highly Adaptable Satellite o
Satélite de Alta Adaptación, en español) se
encuentra la compañía Avanti Communications,
con sede en Londres, aunque la tecnología
empleada fue desarrollada por la Agencia Espacial
Europea.
América Latina, en la lista
“Éste es el primero de muchos satélites”, le
explicó a la BBC el presidente ejecutivo de la
empresa, David Williams, quien agregó: “Ya
estamos construyendo el segundo satélite que se
lanzará dentro de 15 meses”.
“Esto aumentará la capacidad en el Reino Unido,
pero también en nuevas áreas en África y Medio
Oriente. Y después estamos planeando lanzar
más satélites en América Latina, India y otras
partes de Asia”.
Ante la pregunta expresa de BBC Mundo, Avanti
confirmó que Latinoamérica será el destino de un
tercer satélite, aunque por el momento es
imposible determinar cuándo estaría listo.
“La empresa está en el proceso de conseguir más
financiamiento. Ya se logró la inversión necesaria
para el segundo satélite y ahora se iniciará una
nueva ronda de financiamiento con miras a un
satélite en América Latina”, afirmó Avanti.
Una vez que se consigan los recursos, la
compañía “que sigue un modelo B2B (de negocio
a negocio) ofrecerá el servicio a través de
operadores de telecomunicaciones en la región”.
Avanti también le explicó a BBC Mundo que la
conexión a internet de banda ancha satelital no
intenta competir con las empresas que ya prestan
el servicio, “sino dotar de acceso a la red a las
áreas que no cuentan con él”.
En Europa, la firma enfrentará competencia a
través de Eutelsat, una compañía espacial que
lanzará su satélite Ka-band para dar acceso a
internet, a fines de diciembre de este año.
Avanti espera que con el lanzamiento de los dos
primeros satélites conseguirán llevar internet de
alta velocidad a un millón de personas que
actualmente no cuentan con el servicio.
La compañía espera que, con internet satelital, el
mercado se vuelva más competitivo y los precios
bajen.
“Último recurso”
Pero no todos creen que se trata de una buena
idea.
Ian Fogg, analista de la empresa de investigación
de tecnología Forrester, calificó a esos satélites
como “el último recurso”.
“No son competitivos en términos de velocidad,
latencia, límite de datos y precio en comparación
con alternativas de cable como el DSL, conexión
por cable o fibra óptica”, aseguró.
“Con más acceso a internet de banda ancha e
internet móvil, el acceso satelital será menos
relevante para los consumidores, incluso en áreas
rurales”, completó Fogg.
En cambio, Tim Johnson, analista de la firma de
análisis de banda ancha Point Topic, lo respaldó.
“La latencia, el tiempo que le lleva a la señal llegar
al satélite y regresar, es un problema. Significa
que los servicios de voz no serán tan buenos y
que la transmisión de video será difícil”, afirmó.