Un virus del tipo malware o software
malicioso, que afecta al sistema operativo
de Windows, iOS, Linux y BSD
(distribución de software Berkeley), fue
descifrado por el experto en seguridad
Dragos Ruiu después de casi tres años
sufriendo sus efectos.
El experto tardó todo este tiempo en
descubrir por qué sus equipos se
actualizaban solos y se conectaban a
internet, incluso sin tener ninguna
conexión habilitada.
Finalmente logró determinar que se trata
de un malware que afecta directamente al
BIOS (Sistema Básico de Entrada/Salida,
por sus siglas en inglés) de la
computadora, al que ha dado el nombre
de 'badBIOS', y que conseguía
interconectar unos equipos con otros a
través de ultrasonidos, imposibles de
detectar para el oído humano, que eran
emitidos por los altavoces y detectados
por los micrófonos de los equipos víctima.
Según Ruiu, el código malicioso actuó por
primera vez en uno de sus ordenadores
cuando después de la instalación de una
versión reciente del sistema operativo iOS
X en una MacBook Air, el equipo
automáticamente decidió actualizar el
firmware de la secuencia de arranque
('booting', en inglés), publica 'Ars
Technica'.
Posteriormente el asesor en seguridad
notó que desaparecían archivos y
configuraciones sin motivo aparente y que
le resultaba imposible 'bootear' desde un
CD ROM. En los meses siguientes, este
comportamiento comenzó a extenderse
entre otros equipos en su red, incluyendo
algunos con Open BSD y múltiples
variantes de Windows.
"Fue como, bueno, estamos totalmente
dominados" declaró Ruiu a 'Ars Technica'.
"Tenemos que borrar todos nuestros
sistemas y empezar de cero, lo cual
hicimos. Fue un ejercicio muy doloroso. He
estado sospechando de todos los objetos
por aquí desde entonces".
Ruiu empezó entonces una lucha de casi
tres años para eliminar el malware.
Durante este tiempo intentó de todo,
hasta reinstalar los sistemas operativos
desde cero y sobre discos duros nuevos,
pero el malware parecía 'inmortal'.
El virus hace que los aparatos que se
encuentran en un radio moderado
comiencen a transmitirse paquetes de
datos entre sí. Por ese motivo decidió
aislar completamente los equipos,
desconectando el cable Ethernet,
removiendo las tarjetas wifi y bluetooth y
desconectándolos de la red eléctrica,
trabajando con baterías, pero la
transmisión de paquetes continuaba y el
virus seguía propagándose. El último
recurso de Ruiu fue remover las bocinas
internas y el micrófono de un equipo, lo
cual acabó con la transmisión de
paquetes.
Este sistema de envío de información a
través de sonidos de alta frecuencia ya ha
sido objeto de investigación en varios
laboratorios, incluyendo un proyecto que
lleva a cabo el MIT.
A pesar del escepticismo que rodea el
anuncio del potente virus, no es la primera
vez que un código malicioso aparece
contenido en el firmware. Se tiene el caso
de Stuxnet, el virus que afectó al control
de las centrifugadoras de enriquecimiento
de uranio iraníes hace unos años.
Fuente: Dark-Movil