ANDROID
Desde los inicios de los sistemas operativos móviles la tecnología ha evolucionado muchísimo. Todos los que hoy usamos Android recordamos los teléfonos en blanco y negro y con aproximadamente 100 píxels por pantalla en los mejores casos. El juego de la serpiente los aprovechaba en todo su esplendor. Todo el recorrido de los sistema operativos ha ido adecuándose al estilo de vida que gusta a los usuarios, o si más no al que han hecho que nos guste.
Y es que sobra decir que estamos jugando con sistema operativos aún jóvenes.
Ante un dispositivo inteligente esperas eso, inteligencia, aprendizaje, y tener que dar pocas instrucciones para conseguir resultados. Un smartphone no hace nada de eso, y el problema reside directamente en la diversidad, creo yo. La diversidad juega directamente en contra de la facilidad y comodidad. Los cientos de miles de aplicaciones de Android son geniales, y ofrecen soluciones para todas las necesidades. Pero el hecho de que haya tantas obliga al usuario a elegir, probar y configurar. Por otro lado, si nos dan un sistema donde está todo elegido, probado y configurado tenemos el pequeño ecosistema de las Google Apps. Pones tu cuenta, y por arte de magia todo funciona sin molestias, tal y como querías, o como ya configuraste una vez hace 5 años. Y aquí es donde podemos encontrar el primer resquicio de “inteligencia” a la que aludíamos, con Google Now y su último máximo exponente en aprovechar esta función, el Moto X.
Esa sensación es genial, y se acerca un pelín más al concepto de inteligencia, pero es incompatible si el usuario no está satisfecho con ese grupo de apps. La automatización limita la variedad, porque ninguna empresa va a trabajar para soportar las millones de aplicaciones existentes que realizan esa misma función X. Llegados a este punto, ¿hacia dónde hay que avanzar? Los usuarios no pueden aceptar la pérdida de diversidad de elección, y ello dificulta la integración de servicios entre ellos.
Es difícil crear dispositivos más inteligentes sin restringir por otro lado, y es por ello que creo que tanto Android como cualquier otro necesita aprender de los errores, tanto propios como de terceros, para seguir creciendo en una sociedad tan exigente.
¿Qué crees que le queda por aprender a Android?
Simplificacion De Un Texto de Android-Libre.