¿Se han puesto a pensar cuántos dispositivo Galaxy maneja Samsung actualmente? 163 para ser exactos (si es que no están haciendo algún nuevo lanzamiento en este momento), o al menos esa es la cifra que arroja su página oficial, y es que aunque el crecimiento de la compañía ha sido exponencial, y aunque ha sido la única capaz de equipararse en ventas a Apple, Samsung podría estar haciendo algo mal con el uso de su sub-marca “Galaxy”.
¿Por qué? Aunque en primera instancia podríamos pensar que Samsung ha hecho de la línea Galaxy un símbolo de grandeza, de lo mejor de sus smartphones, lo cierto es que en realidad actualmente los móviles que incluyen dentro de esta categoría muchas veces no tienen razón de ser un Galaxy e incluso se contraponen a esa idea de un smartphone “premium”, como la compañía lo anuncia.
Lanzado en 2010 el Samsung Galaxy S fue el primer equipo de la línea, y vaya que si era símbolo de grandeza, fue uno de los primeros smartphones de Samsung que logró despegar en ventas, alcanzando 10 millones de unidades en menos de un año. Un verdadero competidor para el iPhone y con características realmente innovadoras para su época, su grosor de 9.9 mm y su pantalla S-AMOLED sobresalían.
Sus secuelas no decepcionaron en lo absoluto, Samsung nos presentó el Galaxy S II, mismo que fue nombrado como el smartphone del año en los Global Mobile Awards a principios de año, solo para preceder a su siguiente gran lanzamiento, el Galaxy S III. Hay que rescatar que en ese sentido Samsung si ha sido consistente, los “Galaxy S #” siempre han sido la insignia de la compañía y verdaderamente han proporcionado la experiencia de sus características “premium”.
Con las Galaxy Note, Note II, Note 10.1 y Galaxy Tab tampoco hay que ser injustos, se trata de dispositivos que tienen buenas especificaciones y que se han sabido abrir paso dentro del mercado. Pero existen equipos que de ningún modo propician una experiencia de usuario fluida, versátil o digna de llevar la marca Galaxy, y mucho menos una experiencia “premium”. No me mal interpreten, Samsung es libre de usar la marca como mejor le convenga, y el hecho de que los usuarios ahora identifiquen a los Galaxy como signo de calidad y buen funcionamiento es la parte positiva de su estrategia de mercado, pero la realidad es que hay dispositivos como el Galaxy Ace o la Galaxy Camera que no son símbolos dignos de la marca, el primero por sus especificaciones y el segundo resultado de una segmentación tan grande que ya ni siquiera se trata de un smartphone.
El uso de la marca de esta forma tan desmedida podría resultar a largo plazo perjudicial para la compañía. Además ya tienen tantos dispositivos Galaxy con nombres tan variados como el Galaxy Metrix, Galaxy Precedent, the Galaxy Stellar (aunque suene redundante), Galaxy Proclaim, Galaxy S Aviator, Galaxy Exhilarate y el Galaxy Stratosphere (otro redundante) que al usuario ya no le van a importar los nombres, simplemente se van a ir con la idea de adquirir un Galaxy y cuando descubran que la experiencia de uso no es la que deseaban, aquella enaltecida por los dispositivos verdaderamente premium, entonces Samsung podría tener un revés en su estrategia de mercado que podría reflejarse en sus ventas.
En un mundo lleno de mega-marcas, sub-marcas e híbridos, la confusión del usuario puede ser fatal. En el super competido mercado de las comunicaciones móviles se debe considerar un enemigo. Claro que tratándose de una empresa del calibre de Samsung podría no ser tan grave, pero aún así debería empezar a preocuparles y de hecho debería ser un tema importante para una compañía que está tan empeñada en robarle el trono su más fuerte competencia, Apple, con una estrategia simple y una marca unificada.
En resumen, Samsung necesita definir qué es exactamente la marca Galaxy y qué significa, antes de que la confusión de sus usuarios termine volcando su estrategia contra sí misma.
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